CARTERA DE LANA

Recuerdo que de pequeña lo que más me gustaba hacer era punto con dos agujas. Aprendí viendo a mi madre y cuando en el colegio nos pusieron un taller de punto, yo era la viceprofesora que ayudaba a los demás compañeros y a la vez quitaba carga de trabajo a la profesora titular. Era un cargo super importante eeeeh!

La verdad es que era algo que se me daba muy bien, y además conseguía lo que casí nada ni nadie consigue, que es relajarme. Soy una persona bastante nerviosa y así como el punto de cruz me pone aún mas nerviosa, me pasaría horas y horas haciendo punto con dos agujas y no enterarme de lo que pasa alrededor y mucho menos en el mundo.

Hacía mucho que no cogía las agujas, desde el año pasado que le hice una bufanda a Clara. Nunca os he hablado de ella, pero ella pinta y  lo hace muy bien. Es una mujer de ochentaytantos que me dio mucha vida cuando me quedé en el paro y no tenía en que invertir mi tiempo a no ser que fuera en buscar y buscar trabajo. La conocí a través de la Cruz Roja. Ella necesitaba salir a pasear y yo tenía mucho tiempo para hacerlo y sobre todo para escuchar sus historias que es lo que más me apasiona de la gente mayor. Ya desde pequeña apuntaba maneras cuando iba con mi abuela y con la señora Felisa a la "fresca" y me tiraba un rato largo sentada en un tronco a escucharlas... 

Bueno, que me voy del tema! 

Cuando hace cosa de un mes estuve en Zumarraga visitando la feria de artesanía en la que una amiga tenía un puesto, vi que vendía carteritas hechas a mano. Yo tenía desde hace tiempo este cierre comprado pero no sabía cómo usarlo. Gracias a las indicaciones de Carmen V pude crear este ensayo de cartera en la que he aplicado una de las flores que aprendí a hacer a ganchillo. 

Se la voy a regalar a mi amatxu para que guarde los dinerillos que gana en las partidas, y así cuando vaya a sacarla sus amigas le pregunten que donde la ha comprado y mi ama pueda presumir de hija, jajaja. Hay que ver las películas que me monto yo sola...